Bienvenidos al podcast de tu rutina saludable, episodio 94 el ABCDE del melanoma. Volvemos a nuestra cita quincenal. Aprovechando que hoy 23 de mayo se celebra el DM del melanoma, vamos a hablar de cáncer de piel, de prevención y de que ese lunar que tiene cielito lindo junto a la boca…puede ser más peligroso de lo que parece.

MELANOMA

Origen de la palabra:

Del gr. μέλας, μέλανος mélas, mélanos ‘negro’ y -oma.

El melanoma, es el tipo más grave de cáncer de piel, se forma en las células (melanocitos) que producen melanina, el pigmento que le da color a la piel. También puede manifestarse en los ojos y, rara vez, dentro del cuerpo, como en la nariz o la garganta.

El melanoma maligno es uno de los tumores más letales, ya que representa el 75% de todas las muertes por cáncer de piel, siendo más propenso a propagarse a otras partes del cuerpo o tejidos. Se presenta en forma de lunares inusuales e irregulares (existentes o de nueva aparición) o por cambios de tamaño, forma o color de una parte de la piel.

La incidencia no ha hecho más que crecer en los últimos 25 años, por lo que es importante concienciarnos sobre qué medidas podemos tomar para evitar que se desarrolle (en la medida de lo posible) y para diagnosticarlo. Algo muy importante, porque el melanoma es uno de los tipos de cáncer con mayores índices de mortalidad.

Un diagnóstico precoz supone una ventaja enorme a la hora de plantear un tratamiento efectivo contra el melanoma. Por eso, los expertos recomiendan revisar minuciosamente nuestro cuerpo, al menos 3 veces al año., y no sólo durante los meses de verano. No se trata de ir al dermatólogo, sino nosotros mismos hacer una autoexploración y en caso de ver cambios, acudir a nuestro médico. Spoiler, no todo cambio tiene porque significar cáncer.

Principales síntomas

Estos son algunos síntomas para tomar en cuenta para detectar la aparición de melanomas en nuestra piel:

  • Cambios en el tamaño, forma, textura o color de un lunar existente.
  • Aparición de lunares nuevos.
  • Sensación de comezón y dolor al palpar algún lunar. ulceraciones o sangrado.

Factores que inciden en la aparición de melanomas

La piel es el órgano más extenso de nuestro organismo, y está expuesta de manera constante a factores externos, ambientales y de diversa índole que inciden en la aparición de melanomas:

  • Exposición constante a la radiación ultravioleta (UV): de la luz solar y de camas solares.
  • Edad: siendo más frecuente en adultos entre los 30 y 60 años de edad.
  • Género: la incidencia de esta enfermedad es similar en hombres y mujeres, diferenciándose en la localización de la lesión. En las mujeres jóvenes predomina en las extremidades inferiores y en los hombres se ubica en el tronco, la cara, el cuello y los hombros.
  • Mutación genética o por antecedentes familiares con lesiones de melanoma.

El ABCDE del melanoma

Según la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) podemos guiarnos por una regla mnemotécnica, que puede ayudarnos a identificar si un lunar puede ser un melanoma y si, en consecuencia, debemos acudir al dermatólogo para que este confirme su naturaleza maligna. Lo único que debemos hacer es recordar las letras “ABCDE”, que hacen referencia a:

Asimetría

Los lunares benignos se presentan en nuestro cuerpo con una forma esferoidal, mientras que los melanomas tienen una forma anómala… desprovista de cualquier simetría.

Borde

Los bordes de un melanoma son irregulares, con formas dentadas y -con frecuencia- se presentan borrosos.

Color

Los lunares son de un color marrón más claro u oscuro… pero siempre homogéneos. En cambio, un melanoma presenta diferentes tonos. Puede tener zonas de color negro, marrón, blanco, gris, roja o -incluso- azul.

Diámetro

Muchas personas tienen lunares grandes, pero suelen estar ahí desde la infancia. En cambio, si vemos que ha aparecido un nuevo lunar más grande de 6 milímetros o si observamos que está creciendo en tamaño, es importante que le prestemos atención y consultemos cuanto antes a un dermatólogo.

Evolución

Todas las características anteriores son comunes a los melanomas. Sin embargo, lo más característico es que no son estáticos, sino que van evolucionando a lo largo del tiempo. Por eso, si un lunar que ya estaba presente empieza a variar su tamaño, su color o su espesor debemos sospechar que algo podría andar mal.

¿Cómo podemos prevenir el melanoma?

Ante cualquier cambio, modificación o aparición de lunares con características inusuales es muy importante acudir a un dermatólogo, a fin de efectuar el diagnóstico correspondiente para descartar la patología. En caso de detectar alguna lesión sospechosa en la piel, el procedimiento a utilizar es una biopsia, tomando una muestra de tejido cutáneo para su análisis en un laboratorio.

Prevención

  1. Evitar la exposición al sol, especialmente cuando la luz ultravioleta es más intensa (entre las 12 y 16 horas) y en días nublados.
  2. Usar barreras físicas de protección: sombrillas, sombreros, gafas de sol, camisetas manga larga.
  3. Aplicar en la piel protectores solares con filtros de protección UVA, adecuados a nuestro tipo de piel, todo el año
  4. Autoexamen de la piel, prestando especial atención a los lunares, aplicando el ABCDE del melanoma.
  5. Educación sanitaria en fotoprotección desde pequeños